El cuento de la cueva de Altamira.
Había una vez un grupo de
personas (tribus), que viajaban por el planeta en busca de un clima mejor,
alimento y protección, ellos se dedicaban a la caza animales para poder
alimentarse, aunque igual comían frutas y verduras que ellos mismos recolectaban.
Creaban sus
propias herramientas de caza, utilizando piedras con puntas y filosas, como los
huesos de animales, incluso con los huesos crearon un tipo aguja para coser su
ropa que eran las pieles de los animales con lo que se alimentaban.
Un día al estar caminando cerca del mar encontraron una cueva enorme, esta cueva tiene el nombre de Altamira, en ella vivieron por un tiempo, desarrollando actividades básicas como cocinar, comer, dormir hasta incluso pintar, era uno de sus pasatiempos favoritos ya que como tenían mucho espacios, trataban de decorarlo con dibujos de animales entre ellos bisontes, el cual fue pintado con carbón, pigmentos de colores, incluso con una piedra marcaban el borde para luego pesarle el carbón y rellenarlo con el pigmento. En ella no solo podemos encontrar a los animales, si no igual la persona que lo hizo dejo la palma de su mano. Gracias a este hecho nosotros podemos apreciar y tener una idea de cómo vivían en la antigüedad.
Después de pintar y descansar por mucho tiempo, ellos deciden abandonar la cueva para seguir viajando por el planeta, eso les hacia muy felices el conocer nuevos lugares y dejar su huella en ellos, que para nosotros en la actualidad es un regalo.